Era de zapallo

Sucedió un Domingo, y esa fiesta de sabor no pudo terminar...

Mayo, lluvia, mañana de Domingo y unas ganas tremendas de amortizar la cocina con barra que tienen los Adams posmodernos.

La idea principal era deleitar el paladar con unos sconnes de semillas, "sanitos" hasta que llegó manteca.

Y así fue como todo siguió su rumbo, después de un paso por el super, de un recorrido inesperado e indiferente por el shopping.

Ya con los materiales en bolsa para deleitar las ganas saladas y dulces, y cual familia perfecta... el perro era feliz, el muchacho hacía cosas del hogar, una tercera cocinaba.

Lo que empezó siendo scones de semillas, se completó, se profesionalizó y se transformó en almuerzo. (paréntesis del autor) - (A estas experiencias me refiero cuando digo que hacer cosas diferentes dispara otras tantas dieferentes), porque los sconnes pasaron a ser sopa crema de zapallo, la sopa era de zapallo, pero se cruzó el apio, que inicialmente era parte del relleno de los scones;

y de golpe, como sin sospechar, como el embarazo inesperado... y en un abrir y cerrar de heladera para conseguir los huevos de los bollitos mantecosos "sanos", "panceta" levantó la mano.

Crujió y crujió en una sartén junto con "cebolla de verdeo", que se sumo unos minutos después que "panceta" a la movida de la pequeña sartén roja, y quedo reluciente.

Y un final feliz:

Sconnes de semillas improvisadas, calentitos y recien nacidos del horno, se sentaron a la mesa recién restaurada de los Adams posmodernos, junto con la sopa "era de zapallo" y panceta, más cebolla de verdeo, que atrevida se posó sobre el espumón suave de la verdura procesada con crema y amor, juntos todos y formando eso nuevo que por separado no eran, dieron risas, hicieron trabajar esas glandulas gustativas e inauguraron una siesta de sabores y recuerdos.

(aclaración de ausencia de la foto de la sopa: en la soberbia de terminar el platón se generó confusión y la fotografía no fue tomada)